El término cinético se emplea para designar el arte que incorpora el movimiento real o aparente, y fue introducido por vez primera en la década de 1920 por Gabo, aunque no alcanzo su máxima difusión hasta los decenios de 1950 y 1960. El arte cinético puede ser muy sencillo, como los móviles accionados por el viento de Calder, o complejo, como las esculturas impulsadas por motores de Jean Tinguely.
El término puede aplicarse también a las obras de arte que utilizan efectos de luz para dar al espectador la ilusión de movimiento.
Fuente: El ABC del Arte del Siglo XX / Phaidon